"Le Déjeuner sur l'Herbe"

¡Muy buenos días!

Hoy en un Paseo por el arte... Con una de las obras más polémicas de la Historia del Arte me apetece celebrar el segundo aniversario de ART & LIFE... 

Édouard Manet (1832-1883)

Le Déjeuner sur l'Herbe (Almuerzo sobre la hierba), 1863

Óleo sobre tela - 208 x 264,5 cm

Museo d'Orsay, París

Cuenta Proust que cuando Manet estaba paseando a orillas del Sena en Argenteuil, mientras observaba a unas mujeres que se bañaban en el río, exclamó: "¡Parece como si quisieran que las pintara al desnudo! Pues bien, haré uno con una atmósfera transparente, con personajes como los que vemos allá a lo lejos. Seguro que van a criticarme, pero que digan lo que quieran". En 1863 su tela se presentó en el Salón y, como era de esperar, causó un gran escándalo, puesto que el tema, más que unas bañistas, parecía un encuentro entre prostitutas y clientes. El Jurado la rechazó y gue relegada al Salón de los Rechazados.

Originalmente el cuadro se llamaba El baño y sus modelos fueron la familia y amigos de Manet, entre otros, su hermano Gustave o el escultor holandés Ferdinand Leenhorf. La mujer desnuda del primer plano se trata de la modelo preferida del artista, Victorine Meurent. 

La composición deriva principalmente de un grabado de M. A. Raimondi, El juicio de Paris, mientras que el estilo debe mucho a la influencia de Goya y Velázquez, pintores que por entonces estaban siendo revalorizados por los críticos y artistas más modernos. Su pincelada rápida y yuxtapuesta había de construir un modelo para los impresionistas. Pero en esta tela el claroscuro de los pintores españoles desaparece totalmente en favor de un tratamiento novedoso del color, que anticipa o anuncia el impresionismo.

Detalles:

1. Durante un tiempo se pensó que la mujer que mira tan provocativamente al espectador tenía su modelo en Suzanne Leenhof, la mujer de Manet. Esta figura se escapa a cualquiera definición alegórica o mitológica y está tratada con sumo realismo. "Hay que pertenecer a la propia época y hacer lo que se ve", afirmaba Manet.

2. Manet no sólo quería épater le bourgois a través de sus temas, sino que su técnica también era transgresora. Aquí lo podemos apreciar mediante su pincelada, que se descompone en pequeños toques de color, como un evidente anticipo del impresionismo.

Muchísimas gracias por estar ahí y ser parte de estos dos añitos de ART & LIFE!! 

¡Feliz fin de semana!

Cristina 

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