Un paseo por el arte ... "La clase de danza"

¡Buenos viernes!

En el Paseo por el arte... de hoy nos colamos en la sala de danza de la Ópera de París!!

¿Me acompañáis?

Edgar Degas (1834-1917)

La clase de danza, 1873-1876

Óleo sobre lienzo, 85 x 75 cm

Museo de Orsay, París

La danza es un tema recurrente en la obra de Edgar Degas, y a él dedicó más de la mitad de su obra, entre pinturas y esculturas. El artista sentía especial predilección por los ensayos y los descansos.

Una clase de ballet es el tema planteado por Degas para representar la escena. Las bailarinas, con sus blancos tutus rodean al profesor de edad avanzada, Jules Perrot, quien había sido una destacada figura de la Ópera de París como bailarín y coreógrafo. 

A pesar de la baja estatura del maestro, la contundente vara que sostiene con sus manos y la colocación del personaje, distante al grupo de chicas, le confieren un destacado protagonismo con respecto a sus alumnas. Tras el aparente carácter instantáneo que puede transmitir la imagen, se esconde un minucuioso estudio por parte del artista a la hora de respresentar la composición. Degas realizaba un gran número de apuntes de los movimientos y gestos de cada una de las figuras representadas, antes de realizar la obra definitiva. De este modo, podemos asegurar que todos los detalles y comportamientos de los presonajes están trazados de modo premeditado por el artista, renunciando así a la espontaniedad que, sin embargo, se comunica al espectador.

Más que el escenario y las luces de candilejas, es el trabajo previo que le interesa: el entrenamiento. Aquí, la sesión se acaba: las alumnas están agotadas, se estiran, se contorsionan, arreglan su peinado o su ropa, un pendiente, un lazo, poco atentas al inflexible profesor. 

Degas ha observado con atención los gestos más espontáneos, naturales y anodinos, momentos de pausa, cuando la concentración se afloja y el cuerpo se relaja, tras el esfuerzo de un aprendizaje extenuante y de un rigor implacable.

Las tonalidades pastel y los reflejos lumínicos, que enciden en la estancia y realzan los vestidos de las bailarinas, crean una atmósfera íntima del mundo de la danza.

Detalles: 

1. La bailarina sentada sobre el piano, ajena a que está siendo observada, se rasca la espalda, doblando con naturalidad el brazo por debajo de sus cabellos. Un pomposo lazo de seda engalana su tutu.

2-3.  El terrier que olisquea la pierna de la bailarina es un detalle lleno de gracia. Al igual que la regadera (que servía para humedecer los pisos cuando se llenaban de polvo) es un elemento importante en esta composición tan precisa y un buen ejemplo de la calculada espontaneidad de Degas.

 

4. La presencia del viejo maestro hace referencia al pasado esplendor del ballet unos años atrás y que ahora, sin embargo, parece encontrarse en un momento de decadencia.

 5. El grupo de alumnas del fondo adopta posturas relajadas, sin prestar apenas atención al maestro. Un encanto especial tiene la muchacha que, sentada en la plataforma y en postura poca favorecedora, cruza los brazos y pone los pies de punta. Sobre ella, una muchacha, de pie, se ajusta la gargantilla. A su derecha, la chica que está con los brazos en jarras repite la pose de la bailarina del primer término, creando una sutil diagonal que sigue la línea del entablado.

“Solamente cuando ya no sabe lo que está haciendo, un pintor hace cosas buenas” Edgar Degas

¿Qué os ha parecido este Paseo por el arte... con las bellas bailarinas de Degas?

¡Feliz fin de semana! ;*